Sin embargo, pocos se han ocupado de la aparición de la narrativa de corte modernista que aparece con el siglo XX y nadie ha estudiado la novela modernista, con la que se inicia la novela moderna en el Perú. Hasta 1930 siguen apareciendo novelas y cuentos dentro de esta corriente, aunque la influencia de la prosa de corte nativista es cada vez más perceptible. Desde esta óptica, la crítica ha tratado de distinguir entre novela indianista e indigenista sin haber llegado a conclusión firme alguna.
La prosa a partir de mediados de los ‟40 tuvo que soportar dos fenómenos de orden social sumamente importantes: el crecimiento demográfico, que en el Perú revistió características dramáticas, y la urbanización de la población rural. Ambos fenómenos facilitaron la aparición de la temática nativista y a la reafirmación de la pobreza serrana y la aparición de una novela urbana, centrada en la problemática de los grupos menos privilegiados, que se vio favorecida por lo que inicialmente se denominó „barriadas‟ y hoy se conoce como „asentamientos humanos‟. El periodo señalado por este evento, De La ciudad de los tísicos a La ciudad y los perros enmarca, pues, los cincuenta años dentro de los cuales aparece la novela moderna peruana, aún pendiente un estudio integral.
Las prosas apátridas y las Cartas a Juan Antonio de Julio Ramón Ribeyro
Marco Martos Carrera (Academia Peruana de la Lengua)
Los estudiosos de la literatura, los profesores, los lectores, los escritores, se encuentran a menudo, con personas de buena voluntad que les hacen las preguntas inevitables: ¿Qué convierte a un texto en literario? O más directamente: ¿Qué es literatura? Frente a esas preguntas sencillas pero complejas, la teoría clásica de los géneros está siendo desbordada. Ahora la literatura asociada a la ficción sigue ocupando un lugar central, pero no absoluto. Hablamos de un literatura no ficcional y las notas, los carnets, las cartas de los escritores, convocan el interés de los lectores. Eso es lo que ocurre con Julio Ramón Ribeyro que publicó sus Prosas apátridas, es decir prosas sin género conocido o que escribió un conjunto de Cartas a Juan Antonio que han perdido su privacidad y se editan como literatura. Literatura es hoy lo que los lectores consideran como tal.
MARTES 25 DE FEBRERO
París en un cuento y en un poema de Abraham Valdelomar
Ricardo Silva-Santisteban (Academia Peruana de la Lengua)
El gran escritor peruano Abraham Valdelomar escribió y publicó en 1911 uno de sus cuentos mejores, cuyas características han pasado desapercibidas para los críticos, "El beso de Evans", subtitulado "Cuento cinematográfico". El cuento transcurre en París, ciudad que Valdelomar no conocía. Posteriormente, luego de su viaje a Europa, publicó en 1915 el poema "Luna Park". La conferencia tratará de estudiar el tratamiento del París imaginado en el cuento y las nuevas técnicas narrativas de Valdelomar. Igualmente, con relación al poema, se contrastará el París experimentado en estas dos notables creaciones de Abraham Valdelomar.
Julio Ramón Ribeyro: teórico de la novela
Antonio González Montes (UNMSM)
Además de su extraordinaria obra cuentística, reunida en la colección La palabra del mudo, Julio Ramón Ribeyro publicó tres novelas y se interesó en plasmar algunas reflexiones y pensamientos teóricos y críticos acerca de la novela como la especie narrativa contemporánea más importante. Esas ideas constituyen una suerte de poética sobre dicha especie narrativa y se hallan diseminadas en algunos de sus libros no ficcionales: Prosas apátridas (1975); La caza sutil (1976); y Dichos de Luder (1989). En ese conjunto de escritos teórico-prácticos destacan dos ensayos: “Problemas del novelista actual” y “Las alternativas del novelista” que son un ejemplo de la gran preocupación de Ribeyro por la situación de la novela en el siglo XX.
MIÉRCOLES 26 DE FEBRERO
La literatura fantástica en el Perú en la primera mitad del siglo XX
Elton Honores (UNMSM)
En el presente trabajo abordaremos algunas de las ficciones apocalípticas escritas en la narrativa peruana en la primera mitad del siglo XX, que han sido una constante, pero a la vez poco estudiadas. Nos centraremos en los trabajos de Clemente Palma, Abraham Valdelomar y Enrique López Albújar, en los que la imaginería apocalíptica irrumpe plenamente, en medio de un discurso religioso y anticientífico.
JUEVES 27 DE FEBRERO
Estrategias narrativas de La ciudad y los perros
Carlos Garayar de Lillo (ESAN)
La ponencia examina la estrategia narrativa de La ciudad y los perros a partir de las opiniones de su autor sobre la novelística anterior y de las características que debería tener la que él denomina “novela de creación”. Asimismo, trata de precisar de qué modo estos planteamientos se plasman en la obra, especialmente en lo que concierne a la estructura, la participación del narrador y la configuración de los personajes.
La develación de los códigos culturales y sociales de los Otros en los Cuentos andinos de López Albújar
Eduardo Huarag (PUCP)
La obra de Albújar requiere el análisis dentro de un proceso social e histórico. No se puede entender su obra sin el contexto literario, sin mencionar los acontecimientos históricos y las ideas que se difundían en aquel entonces. Habría que deslindar también en torno a lo que es el indigenismo y el indianismo. Asimismo, establecer los rasgos propios de un modernismo al que se adscribe la obra de Albújar. El aporte del narrador se presenta, especialmente, en esa mirada que incorpora a personajes considerados como los Otros en el escenario nacional. Analizaremos relatos como "Cómo habla la coca", "Los tres jircas" y "Ushanan jampi". Albújar, aparte del destino dramático de sus personajes, incorpora personajes con temperamentos poco conocidos. Un halo de misterio rodeaba a estos personajes. En algunos casos, una mirada maniquea que los presentaba como ciudadanos pasivos.
VIERNES 28 DE FEBRERO
Reflexiones sobre La ciudad de los tísicos de Abraham Valdelomar
Américo Mudarra Montoya (UNMSM)
Publicada en 1911, La ciudad de los tísicos se organiza en torno a dos recorridos narrativos. El primero corresponde a la aventura del narrador protagonista y comprende dos días. El segundo recorrido pertenece a Abel Rossel, quien relata, a su amigo, el narrador protagonista sus últimos días de vida en la ciudad B. Ambos recorridos narrativos, sin embargo, se unifican al final de la novela: El vaso comunicante es la señora de Liniers. La mirada del narrador construye una temporalidad estética más allá de los cambios sociales urbanísticos de la época. La Lima de sus ojos es una ciudad que solo existe para él para su sensibilidad. Sin embargo, a través de las reflexiones en torno a las crónicas hace patente la discusión de la época: criollistas e hispanistas.
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